LA “BUENA NUEVA”
La “buena nueva” del cristianismo se propagó velozmente en la segunda mita del siglo I, alcanzando a Grecia y Roma. Los hombres carentes de un centro firme para los valores morales, se habían quedado, por así decirlo, solos con su destino individual y se debatían en el ansia de darle un valor y un significado. El cristianismo resultó ser la tabla de salvación que consistía en anunciar a los hombres de buena voluntad, independientemente de la raza o la clase social, el reino de Dios, o sea una renovación merced a la cual se establecerán en el mundo la justicia, y el amor. Se trata de una renovación íntima y espiritual, que deberá verificarse gradualmente en la conciencia de los hombres a medida que éstos rompan las ataduras terrestres para crearse otras basadas en el amor.
Dios, más que el Señor, es el Padre de todos los hombres y el amor se convierte en el vínculo fundamental de la comunidad cristiana. El cristianismo es un renacer del hombre que muere para la vida de la carne y revive en el espíritu, es decir, en la verdad, la justicia y el amor. El cristianismo paulino marca el momento de la identificación del reino de Dios anunciado por Cristo con la comunidad cristiana o Iglesia, tal cual había venido constituyéndose históricamente como resultado de la revelación cristiana.
LA EDUCACIÓN DEL CRISTIANO

Por muchos siglos, el cristianismo no se ocupó de la instrucción común, sólo la religiosa, dejando en manos de los paganos la organización escolar. Sin embargo, hay que señalar que en los lugares donde no había escuelas y cultura literaria, el cristianismo las promovía. Así los misioneros de la fe, también fueron de una cultura de carácter cristiano-helenístico.
LA PATRÍSTICA: PRIMER PERIODO
El cristianismo para defenderse de los ataques y las herejías, tuvo que organizarse en un sistema de doctrina y se presentó a sí mismo como la verdad que la filosofía griega había encontrado sólo a medias. Identificó en este primer periodo filosofía y religión. La filosofía cristiana nace en el siglo II con los Padres Apologetas (defensores de ataques y acusaciones). El principal Padre apologeta fue Justino que nació en Palestina y residió en Roma. Otros Padres como Irineo e Hipólito polemizan contra las sectas de gnósticos.
LA PATRÍSTICA EN LOS SIGLOS III Y IV
Este periodo se extiende desde el 200 al 450 aproximadamente. Seconsolida la doctrina cristiana bajo una base lógica sólida. Contribuye la escuela de Alejandría fundada por Panteno en el 180 convirtiéndose en academia cristiana. También la escuela de Cesárea en Palestina fundada por Orígenes y que llegó a ser la sede de biblioteca más rica en toda la antigüedad cristiana.
LA EDUCACIÓN EN EL PERIODO PATRÍSTICO
Los padres orientales aprovecharon la educación clásica y la integraron a la educación cristiana. Los padres latinos se oponían a toda clase de enseñanza pagana. La cultura medieval se concentró específicamente en los aspectos espirituales negando en la educación todo aquello que pudiera distraer la atención de la meditación interior y empezar a preocuparse por lo externo, corpóreo o terreno.
La obra de Marciano Capella Las Bodas de Mercurio y la Filosofía fue utilizada como texto de la instrucción medieval reduciendo las aretes liberales a siete, eliminando medicina y arquitectura por ser elementos terrenos y corpóreos. En la lógica se adoptaron los textos de Severino Boecio rescatando la lógica aristotélica y estoica.
En el siglo VII comienza el periodo más oscuro de la historia medieval. Isidoro de Sevilla compone una serie de obras para las escuelas monásticas y episcopales tituladas Etimologías y Orígenes, una especie de enciclopedia de veinte libros donde esta condensado todo el saber del tiempo.
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